Develado
Develado

Isabel Flores. “Develado”. Hybrid Art Fair, 2020

La crítica del arquitecto austríaco Adolf Loos (1870-1933) en Ornamento y Delito (1908) califica lo decorativo como algo despectivo, vulgar y degenerado, relegando la decoración y el ornamento a un segundo plano, el de las artes llamadas menores y el de la mujer. El ornamento, situado entre lo figurativo y lo abstracto impulsa no obstante, el nacimiento de la abstracción. Artistas como Hoffmann (1870-1956) insisten en aplicar lo ornamental para dar sentido a la forma, para Matisse (1869-1954) lo decorativo es parte esencial de la obra arte, el movimiento Pattern and Decoration (años 70 EE.UU), relacionado con el movimiento feminista, cuestiona el sentido político y social del ornamento y la decoración eliminando los límites entre arte y diseño, diseño y decoración, alto y bajo arte.

Asumir el carácter decorativo de la obra de arte evita, como diría Von Hantelmann (2017), que ésta caiga en el sentido despectivo de la palabra y no da cabida a la separación entre arte, decoración y diseño aún visible en museos y galerías de arte -cuando éstas acceden a exponer obra de carácter decorativo-.

La instalación pictórica temporal llevada a cabo en la Feria Hybrid dentro del programa Displaced bajo el título “Develado”, sigue la línea de trabajo iniciada en Adata Artist in Residence (Plovdiv, Bulgaria) en 2018 titulada “Framing Stories”. En Plovdiv esta investigación se centró en el estudio de los elementos decorativos que forman parte de la arquitectura del los siglos XVIII y XIX, éstos, integrados en la propia arquitectura consisten en líneas geométricas pintadas con colores planos y vivos que enmarcan la propia arquitectura que la contiene. La obsesión por enmarcar ventanas, puertas, paredes, enchufes, etc., se han trasladado a las construcciones más actuales de la ciudad, confirmando así lo que para Riegl sería la historicidad del ornamento.

En el Petit Hotel Santa Bárbara de Madrid, donde se celebra la Feria Hybrid, el elemento decorativo pretende ser velado, pintado del mismo color que la pared, intuimos su relieve camuflado bajo la utopía del monocromo. Si la obra de arte, como dice Cruz, necesita del contexto para ser mirada, enfatizar, mediante el color, este ornamento nos permite hablar de la dicotomía bureniana de la pictoricidad de la pintura / pictoricidad del soporte. El ornamento develado mediante el color “enmarca” y decora, pero en este caso lo enmarcado no es otra cosa que el propio muro blanco de la pared, así se descentraliza la mirada puesto que la obra es el ornamento y no aquello que aparenta ser enmarcado, y se cuestionan algunos de los prejuicios de la modernidad.

Al enfatizar el motivo decorativo jugamos con la arquitectura del lugar, cuyo “error” ha sido “develado”, salvado del olvido en un diálogo entre arquitectura y pintura, funcionalidad y ornamento, decoración y arte.

Develado
Hybrid Art Fair 2020. Programa Displaced.