Mujer y Artes Visuales S XXI.
Sede Hospital de la Cruz, Toro, Zamora

No es Delito
Comisario: Victor del Campo

01/07/2023 – 16/10/2023

“No es delito” surge en contraposición al texto del arquitecto Adolf Loos “Ornamento y delito” (1907), en el cual Loos califica al ornamento como algo despectivo y vulgar, declaración que hace que el término se asocie e lo impuro y lo degenerado y se emplace en un segundo lugar al considerarse primitivo, erótico, interior, femenino e inferior.

Utilizando las palabras del arquitecto en una transcripción positiva, podríamos decir que el ornamento es un signo de regeneración estética y moral; la evolución cultural equivale a la inclusión del ornamento en el objeto usual; el ornamento es producto de nuestra civilización, y representa el avance y la regeneración y es, como afirma J. Kozloff “anti-deshumanizado”; “anti-patriarcal”, “ anti-sin sentido”.

La deformación de la frase manuscrita no es delito en formas arabescas, su repetición, superposición, ampliación hasta una -casi- abstracción y la aceptación del error, entendido como variación provocado por el lapsus digital, “apelan al empobrecimiento sensorial y la mirada prejuiciosa construida por los grandes discursos esencialistas, universales y, sobre todo, excluyente” (Fernández Fariña, A., 2020. Ornamento es bien. Revista Error es bien nº 0. U. Vigo).

Impresa sobre el tejido que se utiliza para la producción de banderas, No es delito podría interpretarse como un manifiesto contra la desornamentalización en el arte. Las capacidades del ornamento para crear vínculos entre las personas, los objetos y los lugares, intensifican la función del mismo para cuestionar jerarquías y enfatizar la relevancia de este elemento en la práctica pictórica contemporánea a la vez que se reconstruye su significado.

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